Un 28 de diciembre de 1976 se formó la banda más convocante del rock argentino y hoy el pueblo ‘ricotero’ está de fiesta.
Hace 42 años nacía una de las bandas más populares, convocantes e influyentes en la historia socio cultural de la sociedad argentina: Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota.
Este grupo, también llamados ‘los Redondos’, nació en La Plata y está considerado como uno de los más importantes de toda la historia musical argentina. Aunque a lo largo de su historia contó en sus filas con varios integrantes, siempre tuvo como líderes centrales al Indio Solari (cantante), Skay Beilinson (guitarrista), la Negra Poli (manager) y Rocambole Cohen (diseñador gráfico).
Los Redonditos son destacados porque son una de las pocas bandas de rock en el mundo que alcanzaron una masividad gigantesca llenando grandes estadios de fútbol pero siempre manteniéndose como una banda independiente y autogestionada, sin recurrir al apoyo de las grandes compañías discográficas. A medida que su popularidad aumentó, se fueron convirtiendo en un símbolo contracultural y en un paradigma de la independencia artística.
Redonditos exhibieron géneros como rock teatral en sus inicios, art rock, hard rock y rock electrónico.
En abril de 2000 marcó un récord logrando llevar a cabo el recital con mayor convocatoria en la historia, con 70 mil asistentes en el Estadio Monumental del Club Atlético River Plate.
Al año de ese tremendo recital Los Redondos se separaron. El desgaste por la violencia crónica en los show, sumado a diferencias artísticas entre los miembros, impulsaron a tomar una decisión indeclinable. En noviembre de 2001 la banda anunció su separación, poniéndole fin a 24 años de una carrera que está entre las más destacadas en la historia del rock de Argentina.
El origen del nombre
El Doce o el Sultán -llamado Edgardo Gaudini- vivía en Gonnet (provincia de Buenos Aires) donde conoció a sus vecinos, los hermanos Beilinson, a Solari y a Fenton, que tenían un taller de estampado de telas y ropa. Gran cocinero y excelente anfitrión, se hicieron amigos y el Doce ?que fue bautizado así porque se presentaba como docente? se hizo vendedor de esa ropa.
Según cuentan, una de sus especialidades culinarias fueron unos buñuelos pequeños de ricota, redonditos, que había extraído de un libro de la ecónoma Patricia Rey. Buñuelos que terminaron bautizando al grupo que en esos momentos, estaba en plena gestación.
El establecimiento definitivo del nombre surgió por necesidad. En cierta ocasión la banda se tenía que presentar en un boliche en la ciudad de Salta (a principios de 1978) para pagar deudas contraídas con el dueño, quien quiso pegar unos afiches para promocionar el show.
Así, en una rápida decisión, se optó por homenajear a los manjares que entregaba la banda en cada una de sus extrañas presentaciones.