Home / Noticias / Richard Ashcroft regresa a la Argentina

Richard Ashcroft regresa a la Argentina

Luego de su debut en Argentina en 2016, el ex líder de The Verve regresará al país para tocar el martes 17 de abril en el Luna Park. Las entradas se podrán adquirir próximamente por sistema Ticket Portal y en las boleterías del estadio.


Después de liderar The Verve durante una década, y de alcanzar el éxito de la mano del hit Bitter Sweet Symphony, Ashcroft comenzó su carrera como solista en 1999 y lleva editados cinco discos, el último de ellos These People (2016). El cantante también colaboró en discos  de otras bandas británicas, como Oasis, Coldplay, The Chemical Brothers y Unkle.


Esta será la segunda visita del cantante al país: el 24/10/2016 fue una de las atracciones principales del Personal Fest, justo la misma noche en la cual Andrés Calamaro invitó a sus ex compañeros de Los Abuelos de la Nada para ofrecer uno de los momentos más emotivos en la historia del festival. Sobre aquel set de Ashcroft, Esquina Rock detalló:


“En su primera visita a la Argentina, Richard Ashcroft era el artista que había despertado las mayores expectativas en la previa del primer día. En su contundente y vibrante set, la ex voz líder de la banda inglesa de brit pop The Verve no sólo estuvo ampliamente a la altura de lo que se esperaba de él, sino que dejó con ganas de más. Para suerte de muchos de sus seguidores, la segunda chance de disfrutarlo es esta misma noche, en un show más largo en el Gran Rex.


No es fácil de explicar con palabras lo que Ashcroft produce. Por momentos, mientras pasan las primeras canciones más poperas pero sobre pistas electrónicas, como Out Of My Body o Break the night with colours, baila, se desplaza y se mueve de una forma tan enérgica por el escenario que es imposible dejar de seguirlo con la mirada. Luego, baja un cambio y se coloca una guitarra acústica para hacer Sonnet, uno de los clásicos de The Verve, donde se luce toda su impronta más melódica, al igual que pasa en This is how it feels, uno de los temas de su reciente y quinta producción solista These People (2016).


Ashcroft marca el ritmo, se expresa con su cuerpo y con sus manos. Es un director de orquesta que tiene por cuerdas a todo su cuerpo y su rítmica: se acerca al guitarrista y le pide que aminore su viola; se sienta en el piso y se desliza. Luego cancherea a su público, pidiéndole más explosión mientras se hace el boxeador pegando puños al aire. Cada uno de los pulsos de su música impacta en su cuerpo y en su energía en forma de impulso. Cual director, no sólo sus músicos, sino que también el público, le responde. Genera contagio con sus temas solistas más poderosos como Music Is Power, la excelente Science Of Silence o la épica Song For The Lovers. Sin embargo, todo el desenfado y la emoción se desquitan hacia el final, donde desempolva una seguidilla de clásicos de su ex proyecto: Lucky Man y The Drugs Don´t Work. Entre ellos, mete su tema solista Hold on donde, moviéndose de un lado al otro del escenario, hace levantar las manos de sus seguidores. Para el final, Ashcroft deja el más esperado de todos: la emblemática Bitter Sweet Symphony.


“Esperé mucho tiempo para poder cantar canciones acá. Muchas gracias”, se despidió mientras se golpeó su mano en el corazón. Se trató de su primer encuentro con el público argentino y es innegable que por su seducción, y porque puso todo su arsenal al asador, enamoró a primera vista”.

Facebook Comments